Esta noche, noche de luna llena, hicimos una meditación. Hermosa. Fuerte. Con las hadas. Mi alma quedó en paz. Mas tarde cené riquísimo con Tía Rosa, en Solé. La brisa, la noche, la musica, la plática, fueron perfectas. Hablamos y habloteamos de todo. Regresé a casa tarde y contenta... y te extrañé.
Extrañé contarte a borbotones los sucesos de la noche. Extrañé el "¿y qué más?" con el que me animas a continuar hablando, extrañé -aunque no tenía hambre- tu sopita de algunas madrugadas...
¿Y qué más? Nada. Solo quería contártelo.
Extrañé contarte a borbotones los sucesos de la noche. Extrañé el "¿y qué más?" con el que me animas a continuar hablando, extrañé -aunque no tenía hambre- tu sopita de algunas madrugadas...
¿Y qué más? Nada. Solo quería contártelo.