viernes, 29 de mayo de 2009

Una nueva canción

Así, con este hermoso título "Una Nueva Canción", leí lo que para mi, significa la buena nueva, esa que vienen anunciando hace siglos los profetas y videntes del mundo entero. TENIA que compartirlo con ustedes. ¡Ojalá lo disfruten tanto como yo!

Cada ser humano lleva dentro de sí una herencia cósmica, porque somos minúsculos hologramas de todo el universo. Nuestra carne es polvo de estrellas, y nuestra mente refleja la luz radiante del Creador. Toda la información de vida está oculta en las canteras de nuestro ADN. Y sin embargo…nosotros todo lo ignoramos sobre nosotros mismos. ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos aquí?
En este momento estamos siendo preparados para un cambio dimensional, una experiencia totalmente desconocida para el hombre. No se trata de algo opcional, puesto que este salto cuántico involucra al planeta en el que vivimos, a nuestro sistema solar y a la galaxia entera, porque para ellos ha llegado el momento de elevarse un escalafón en su escala evolutiva. A los humanos solo nos queda la opción de aceptar los cambios y dejarnos llevar por la corriente, bien sea disfrutando del recorrido; o infructuosamente luchando por mantener en pie un sistema resquebrajado que se desmorona y unas instituciones que ya han entrado en proceso de demolición.
La pregunta que todos se hacen es: ¿Qué va a ocurrir con nosotros? Lo explicaremos mediante la siguiente imagen: consideremos el potencial del humano como un CD que contiene distintas piezas de música. En esta realidad tridimensional nuestro aparato de CD ha estado descompuesto por milenios, y solo nos ha dejado escuchar la misma canción, que se repite una y otra vez. Esa pieza musical es un lamento llamado la “Canción del Olvido”. En ella música y letra se unen para crear una atmósfera de escasez, insatisfacción, dolor, enfermedad, y muerte. La canción narra la historia del aprendizaje a través del sufrimiento, que tiene como telón de fondo la dualidad. Los actores, que desarrollan la acción (nosotros), han asumido por completo su papel, representando experiencias de: soledad, lucha por la supervivencia, miedo, dolor, y frustraciones, y además han accedido a encadenarse a todo tipo de limitaciones.
En un par de años más nuestro CD dejará de repetir esa música sombría, y pasará a tocar la pieza alegre y festiva, del siguiente surco. La melodía entonces será dulce, y el ritmo más acelerado. Desde luego muchos no aceptarán el cambio, porque prefieren escuchar lo conocido, y seguir en el oficio de rumiar sus penas. Tampoco desean soltar el pesado morral de sus creencias, diseñadas para la limitación. Naturalmente ellos también están convidados a bailar con la nueva música, pero, llevando una carga tan pesada nunca podrán seguir el paso ligero de los otros bailarines, ni tampoco serán capaces de elevarse con el viento, hacia la libertad.
La composición musical que oiremos en el siguiente surco son las “Variaciones, sobre el Tema del Amor Incondicional” que tienen como autor al Todopoderoso. Las vibraciones de esa melodía nos transforman, y la armonía pondrá las bases de una nueva creación. Con esa música sublime, la alegría disipará todo remanente de tristeza, florecerán las relaciones, convirtiendo el compartir en un ritual sagrado de aceptación del otro, respeto, y valoración. Envueltos en la frecuencia del amor incondicional alcanzaremos la felicidad. Pues viviendo en la actitud de dar lo mejor de mí, recibiré lo mejor de los demás, porque esa es la cosecha correspondiente a las semillas que he sembrado.
El amor nos llevará de vuelta a la unidad y a la comprensión de totalidad. El amor es el pegamento universal que unirá todos los fragmentos dispersos de nuestro ser, y nos brindará la comprensión de lo que realmente somos: el Creador en forma humana. En el amor se avivará nuestro potencial como creadores, y entonces podremos disfrutar de todas las piezas incluidas en nuestro CD, e inclusive escoger la que nos apetezca.
Surge otra pregunta: ¿Qué tengo qué hacer yo para que mi CD deje de repetir “La Canción del Olvido” y pase al siguiente surco de felicidad y celebración? Lo primero que hay que hacer es aceptar el cambio y enfocarte en lo nuevo. Deja atrás todo lo que te encadene al sufrimiento: tus juicios, tus creencias, tus rencores. Sana tus heridas, limpia tus pensamientos, cambia tus actitudes, y prepárate, porque el viaje por los caminos del dolor está a punto de concluir; mientras que el festival de la vendimia del amor apenas comienza.

Hortensia Galvis

jueves, 28 de mayo de 2009

Me hace felíz...

Atendiendo la invitación de una compañera bloggera, a continuación escribiré una lista de las cosas que me hacen felíz, aunque diré que vivir me hace felíz. Darme cuenta que la vida, con todas sus experiencias es maravillosa, es el camino y es la meta. A ti ¿qué te hace felíz?

Comparte conmigo. Ya sea en "comentarios", en esta misma página, de forma pública o muy íntimamente, tu/contigo ¡haz tu lista!

1- Respirar profundamente
2- Abrazar y que me abracen
3- Cocinar y comer en familia
4- Acostarme con sueño
5- Las reuniones con mis amigas lectoras
6- Cuidar de los que amo
7- Tener amigas
8- Internet (y lo que de él se deriva)
9- Que mis hijos sean adultos
10-Recibir regalos
11-El viento fuerte
12-La alegría de mis perros cuando me ven

13-Ver fotografías (y hacer los álbumes)
14-Tener hermanas
15-Ver llover
16-Escribir esta lista


lunes, 25 de mayo de 2009

Indiferencia


La indiferencia puede ser situada entre los sentimientos, pero de un modo un tanto atípico, como un no sentir ante alguien o algo que cabría esperar que nos provocara un sentir. Supone, por eso, desafección, no afectación emocional, imperturbabilidad ante ese alguien o algo. Con mi indiferencia, yo desactivo sus posibilidades de influencia en mí, lo anulo como agente que podría interactuar conmigo. En su límite, que no me afecte significa lo mismo que si no existiera, dice Xabier Etxebarria

La indiferencia es carencia de afecto

Según Freud, lo contrario al amor no es el odio, sino la indiferencia

Hablando de relaciones, cuando existe indiferencia no hay relación, no hay nada, pero ¿cuantas veces usamos una actitud de indiferencia para castigar a quien amamos, con quien sí tenemos y queremos una relación? la indiferencia es una forma de agresión pasiva.

Cuando ejercemos esa violencia encubierta entre adultos (familiares, pareja, amigos), estamos enviando el mensaje "no me importas" y deberemos asumir las consecuencias. Cuando la ejercemos en nuestros hijos es imperdonable
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miércoles, 20 de mayo de 2009

Benedetti


Leí "La Tregua" poco antes de cumplir 40 años. Su narrativa sencilla, directa, la profundidad de los personajes y la montaña rusa emocional por la que me llevó aquel libro me hicieron querer saber más del autor, todo sobre su obra... y así conocí a Mario Benedetti, descubriendo que lo prefería como poeta, a pesar de La Tregua.
Me entristece saber que no habrán nuevos poemas. Me entristece saber que no volveré a leer si dió una conferencia en París o si presentó un nuevo libro en México...
Descanse en paz Mario Benedetti... gracias por todo lo que nos deja.






lunes, 18 de mayo de 2009

Dar gracias

Hace unos días estando tan disgustada, una lectura cambió mi forma de ver las cosas, convirtiendo mis desventuras en motivo de dar gracias. Santiago Pando dice en su mágica película que “si cambio la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma”. Quizá necesitaba confirmarlo, porque anoche María me platicaba que una amiga le había dicho, contándole sus penas
“… tienes una casa linda, trabajas en lo que te gusta, tu marido es ¡muy guapo! y tus hijos están sanos ¡Quisiera tener tu vida!”.
Independientemente que yo me alejaría de esa amiga que ambiciona mi vida, a María ese comentario la hizo tomar conciencia que en efecto: Tenía una casa, marido, trabajo y salud, para ella y los suyos. No es que María en ese momento no apreciara aquello, fue que en realidad, desde el corazón, se dio cuenta cuán afortunada es… y se sintió agradecida.
¿Cuántas veces dejamos que cosas sin mayor importancia nos hagan sentir tristes, molestas, agobiadas, deprimidas, solas, aburridas? ¿Cuántas veces sólo necesitamos cambiar de enfoque para darnos cuenta de cuán afortunadas somos? ¿Qué necesitamos para sentirnos agradecidas?
Quizá si cambio la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma… ¿será verdad? ¿Cuántas veces necesito hacerlo para comprobar que es verdad, que así sucede, que así ES? ¿Cuántas veces necesitas tú, para comprobar que sí es así?
Como letanía: Si cambio la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma. Si cambio la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma. Si cambio la forma de ver las cosas, las cosas cambian de forma.
A ver… repitan conmigo una vez más:

SI CAMBIO LA FORMA DE VER LAS COSAS, LAS COSAS CAMBIAN DE FORMA.

jueves, 14 de mayo de 2009

Silencio

Hoy alguien habló de forma muy bonita sobre compartir el silencio. Me quedé en silencio, pensando que era generalizar demasiado ¡hay tantos tipos de silencio! No podría encontrar mejor forma de expresar lo que el silencio es, que la poesía que transcribo bajo estas líneas. En alguna época de mi vida, el silencio me remitía a lo doloroso, a la separación de los otros... a la soledad. Hoy me remite a lo luminoso, a la paz, a la unión con lo que sea, a todo y todos. Cuando estoy en silencio estoy conmigo y soy egoista. Cuando estoy en silencio, no me gusta compartir.


SILENCIO

He conocido el silencio de las estrellas y del mar
Y el silencio de la ciudad cuando calla
Y el silencio de un hombre y una mujer
Y el silencio por el que la música sólo encuentra su palabra
Y el silencio de los bosques antes de los vientos de la primavera
Y el silencio de los enfermos cuando sus ojos vagan por la habitación
Y pregunto: ¿Para qué cosas profundas sirve el lenguaje?
Una bestia del campo se queja unas pocas veces cuando la muerte se lleva a su cría.
Y nosotros nos quedamos mudos ante realidades de las que no podemos hablar.
Un chico curioso le pregunta a un soldado viejo sentado frente a un almacén
-¿Cómo perdiste la pierna?
Y el viejo soldado se queda sin palabras o desvía el pensamiento porque no puede concentrarlo en Gettysburg. Y vuelve jocoso y le dice: Un oso me la comió.
Y el chico se maravilla, mientras el viejo soldado mudo, débil, sobrevive a los fogonazos de los revólveres, al trueno del cañón, los gritos de los asesinados y a él mismo tendido en el suelo y a los cirujanos del hospital, los cuchillos y a los largos días en cama... pero si pudiera describir todo esto sería un artista.
Pero si fuera un artista debería haber palabras más hondas que él no podría describir.
Está el silencio de un gran odio
Y el silencio de un gran amor
Y el silencio de una profunda paz interior
Y el silencio de una amistad traicionada.
Está el silencio de una crisis espiritual, a través del cual, el alma, exquisitamente torturada, llega a visiones que no pueden pronunciarse, en un reino de vida superior.
Y el silencio de los dioses que se entienden sin hablar.
Está el silencio de la derrota.
Está el silencio de los injustamente castigados y el silencio de los agonizantes cuya mano de pronto toca la nuestra.
Está el silencio entre el padre y el hijo, cuando el padre es incapaz de explicar su vida y por eso mismo resulta incomprendido.
Hay el silencio que crece entre el marido y la mujer.
Hay el silencio de aquellos que fracasaron
Y el vasto silencio que cubre a las naciones quebradas y a los líderes vencidos.
Está el silencio de Lincoln, pensando en la pobreza de su juventud.
Y el silencio de Napoleón después de Waterloo.
Y el silencio de Juana de Arco diciendo entre las llamas, "Jesús Bendito"...revelando en dos palabras toda la pena, toda la esperanza.
Y hay el silencio de la vejez, tan lleno de sabiduría que la lengua no pronuncia las palabras, inteligibles para aquellos que no han vivido la gran extensión de la vida.
Y está el silencio de los muertos. Si nosotros, vivos, no podemos hablar de profundas experiencias, ¿Por qué asombrarse de que los muertos no nos hablen de la muerte?
Su silencio será interpretado cuando nos acerquemos a ellos.
Edgar Lee Masters



Todo pasa

Claudia hizo el favor de recordarme una gran verdad: TODO PASA. Lo más felíz y lo más triste, la mayor paz y la mayor tribulación... todo pasa.

Les comparto uno de los cuentos de "Las Mil y Una Noches", precisamente llamado "ESTO TAMBIÉN PASARÁ".


Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
- Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...
Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.

El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo: -No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje –el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey-. Pero no lo leas –le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía “ESTO TAMBIÉN PASARA”.
Mientras leía “esto también pasará” sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo. El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo: -Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.-¿Qué quieres decir? –preguntó el rey-. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
-Escucha –dijo el anciano-: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero. El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: “Esto también pasará”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
-Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.

martes, 12 de mayo de 2009

¡Qué disgusto!

Hoy no quiso arrancar mi coche y eso fué la gota que derramó el vaso ¡qué disgusto!
Entre el calor, la influenza, la recesión, la menopausia, un adorable cuñado que en mi casa habla mal de mi candidato político, las energías confusas y varias cosas más que ahora (que bueno) se me han olvidado, estaba molesta y desanimada, por lo tanto pensé merecía apapacharme y decidí simplemente no hacer nada más que sentarme a leer un libro con el que hace semanas coqueteaba sin pasar a más. Debo decir que fué una magnífica decisión. ¿El libro? La Ladrona de Libros. Cuenta la historia de una niña alemana durante la 2a. guerra mundial. Imposible comparar las penurias que relata, con mis desventuras. Imposible no reconocer la fuerza de la vida, la felicidad que aparece de prácticamente nada, lo inevitable de seguir adelante...

No me sentí avergonzada pero sí, algo parecido. Después de eso, la única opción era sonreír y agradecer.

sábado, 9 de mayo de 2009

¿Lo estamos haciendo bien?

Estamos en la celebración del día de la Madre y como cada año, nos preguntamos ¿porqué solo un día? ¿porqué hemos permitido que se convierta en una celebración comercial y consumista?
No se y estoy algo cansada como para tratar de encontrar el hilo negro. Por mi parte, en conciencia me ocupo de mi mamá en lo cotidiano. Procuro que se sienta apoyada, escuchada, querida. No me esfuerzo. No me cuesta trabajo hacerlo (excepto quizá cuando está al teléfono... es temible con ese aparato a la mano). No solo la amo, también me doy cuenta que he copiado las cosas que ella fué haciendo con buenos resultados a lo largo de la vida y con un poco de sentido común, he tratado de aprender de sus experiencias no satisfactorias para no cometer los mismos errores. Eso se llama aprender en cabeza ajena y les aseguro nos evita ¡muchos problemas y penas!

Ha sido madre de tiempo completo. Crió 8 hijos. Tuvo mano dura (chancla veloz, porque es lo que nos tiraba en esos tiempos, antes que los niños reclamaran como "violencia intrafamiliar" esas llamadas de atención y correctivo). Su fe inquebrantable en que sus hijos eramos básicamente buenos, inteligentes y confiables nos obligó a serlo.

Su vida no ha sido fácil y bastante alejada del cuento de hadas, sin embargo, desde que recuerdo, ha dicho que volvería a vivir la misma vida solo por la fortuna de tenernos. Es exagerada, lo se... sin embargo, esas palabras han sido el refugio durante mis propias tormentas.

Hoy que escucho tantas historias de mala relación con la madre me pregunto ¿quien no está haciendo lo que debe? ¿acaso nosotras mismas, madres, no valoramos el hecho de serlo? ¿nos habremos perdido un poco en esto de nuestra busqueda de la realización, la libertad, la plenitud individual? ¿acaso nos hemos ido un poco del lado equivocado del egoismo?

El día de la Madre es muy buen día para pensar en nosotras. En cómo lo estamos haciendo más que en cómo lo hicieron nuestras mamás. Si no estamos satisfechas de nuestro desempeño o resultado, hoy es perfecto para empezar de nuevo. No se vale culparse, solo tomar conciencia e impulso. Nunca es tarde.
Les dejo un video de "Il Divo" con dedicatoria para todas nosotras.

jueves, 7 de mayo de 2009

¿Está loco?

Santiago Pando, publicista, ex-creativo y ahora creador, acaba de estrenar una película llamada "Creer es Crear", basada en información que recibe, en meditación, de los Mayas. Suena medio loco ¿verdad?

Soy una de las locas que decide creer que la vida es más que lo que percibimos con nuestros 5 sentidos, por eso transcribo a continuación algunas de sus creencias sobre México y lo que está sucediendo.

"Más que un país, México es un concepto, es una idea única en el planeta. Lo que se está poniendo de moda en el mundo es la enseñanza indígena de México. Somos seres vibratorios (los mexicanos), no racionales. Los indígenas dicen que la semilla de la nueva conciencia llegó al planeta en 1968. Ese despertar de conciencia llegó, inexplicablemente en forma simultánea, a más de 20 países. Sucedió, sin ninguna explicación lógica, en países comunistas y capitalistas, en dictaduras y en democracias. Esa semilla se sembró en México con el rompimiento del "limen de la cárcel de la luna", así le llaman. La cárcel de la luna es la razón, que nos ha gobernado por siglos.

En el 85 con el sismo se dio un nuevo brote. Gracias al despertar de la gente, la desgracia fue menor. Es la primera vez que se habla de sociedad civil.

Después en el 88, Maquío y Cuauthémoc Cárdenas resquebrajan un poco más el sistema.

Luego en el 94 se da el grito ¡Ya basta! de los indígenas zapatistas. Entonces todo mundo voltea a ver a México y en especial a Chiapas, que es una zona maya. El grito salió de ahí por que había que ver a los mayas. Por eso los mayas están de moda hoy en todo el planeta.

Luego en el 2000 por fin se da el brinco cuántico. Ellos dicen que en el 2000 la semilla germinó el óvulo lunar y empezó el embarazo físico de un ser que que se ha venido gestando durante siglos y que ahora está en el proceso de los 9 meses, que para ellos serán 9 años. Por eso México se ha convulsionado y se ha puesto de cabeza. Vienen las contracciones.

En el 2006 se dio la polarización. El nuevo ser colectivo no es López Obrador ni Felipe Calderón, es un ser de luz blanco que debe ir más allá de todos los partidos políticos juntos. Es un corazón que va por encima de la razón. Ya no hay necesidad de líderes ni de mesías ni gurús, porque cada uno de nosotros tiene que ser el líder, su propio maestro y su propio gurú. Ellos le llaman a este momento, el nacimiento del Cristo colectivo, del Cristo Cósmico. Dejamos de ser víctimas o culpables para ser responsables, la culpa ya no la tiene nadie más. Cada uno de nosotros somos responsables de lo que nos pasa. Si cada uno nos hacemos responsables de nuestros tres metros cuadrados, este país lo cambiamos en un instante".

martes, 5 de mayo de 2009

Secretos...

En una plática surgió el tema de los secretos.

Hay secretos que duelen, que lastiman, que torturan...

Hay secretos que de tan guardados, se olvidan y van creciendo hacia adentro causando daños que no sabemos de donde vienen...

Hay secretos que son como lozas y su peso nos dobla, nos aplasta...

Esos secretos hay que sacarlos. Basta con decirselos a alguien, a cualquiera. Cuando lo hacemos nos damos cuenta que no son tan graves, ni tan grandes, ni tan dolorosos, ni tan únicos. Cuando lo hacemos, solo por eso, empezamos a sanar y nos sentimos más livianos. Respiramos mejor. Sonreímos mejor... bueno, hasta el llanto se vuelve bálsamo.

Sin embargo la mujer es misterio... la mujer es luna que siempre tiene una cara oculta...

Todas debemos tener secretos: aquellos que nos hacen sonreir de una cierta forma, aquellos que nos hacen ir llenando de experiencia nuestra vida, aquellos que compartimos (si queremos) con alguien especial, en un momento especial.

No significa que no seamos abiertas, honestas, pero ¿un libro abierto y disponible a quien se le antoje leer? ¡oh no!

Sonrío frente al espejo recordando alguno de mis secretos...

viernes, 1 de mayo de 2009

Un bebé encantador

Mi madre dice que el primer hijo es el heredero del reino, lo cual significa que son suyas desde que nace, la responsabilidad la madurez, el sentido común, el primer amor, el orgullo y la admiración. También dice que el segundo hijo es la esencia de la madre. Eso trae consigo que pueda ser con quien se siente más identificación o yéndonos al otro extremo, el que nunca nos satisface… y que el tercer hijo se vuelve nuestro sol y lo acostumbramos a que todo se le resuelva.

Hoy hace 27 años me estrené como mamá. En el momento que nació mi hijo me rendí a él. Aprendí lo que es el amor absoluto. Con su primera enfermedad aprendí lo que es el miedo igual, absoluto.
Fue un bebé encantador
Fue un niño encantador… y difícil
Fue un adolescente difícil difícil
Ahora como adulto cierra el círculo y ha vuelto a ser encantador (cuando quiere)

¡Cuántas historias hay detrás de cada frase!
¡Cuántas emociones detrás de cada historia!
Alguien dijo que si nos acercáramos lo suficiente a cualquier persona, descubriríamos que todas las vidas son más interesantes que el más interesante libro que pudiéramos leer. Cada uno vamos escribiendo el libro de nuestra vida, en el cual somos el protagonista. Cada uno vamos escogiendo ser la víctima, el villano o el héroe. Cada uno vamos decidiendo si nuestro libro será de aventuras, terror o amor. Cada uno vamos eligiendo el final de cada capítulo y conforme desarrollamos la trama, vamos armando el gran final.

Respecto a libros, admito que en la variedad está el gusto.
Respecto a personas ¡también!
Respecto a mi hijo nada que decir ni hacer… en el momento que nació me rendí a él.


(Rendirse es entregarse voluntariamente; es dar todo lo que se tiene para dar).