martes, 7 de abril de 2009

Vacaciones



Como ha sido en otros años, me voy de vacaciones a la playa. Como en otros años, serán días de descanso y convivencia familiar; jugaremos juegos de mesa, comeremos a toda hora y no mucho más. Pero ¿en realidad no hay mucho más? ¿Qué puede hacer la diferencia entre “no mucho más” y “días mágicos”?
Lo primero que me viene a la mente es que cuando decimos “estoy de vacaciones” nos damos permiso para hacer cosas diferentes. Hasta el “no hacer nada” es algo diferente, pues en lo cotidiano hacemos muchas cosas y cuando no las hacemos, nos sentimos culpables por “perder el tiempo”, así pues las vacaciones empiezan con darnos permiso. Fuera culpa.
Tenemos permiso para despertar tarde… aunque no lo hagamos.
Tenemos permiso para sentarnos a leer y muchas veces con el libro en las manos, nuestro pensamiento se va ... a veces lejos, tan lejos como nuestros sueños nos lleven o tan cerca como dentro nuestro.
Tenemos permiso para simplificar la vida… la casa puede no estar tan limpia ni ordenada; las comidas no tienen que ser ni tan sanas, ni tan nutritivas, ni tan bien balanceadas, ni en horarios rígidos; nos vestimos ligero, charlamos con quien tengamos enfrente y de lo que se presente.
Tenemos permiso para jugar…
Tenemos permiso de poner música a todo volumen y cantar y bailar… aunque nos salga mal.
Tenemos permiso de adormilarnos en medio de la reunión (es delicioso dejarse arrullar por las voces de otros) y tenemos permiso de no ofendernos por las bromas de los demás.
¿Qué nos impide estar de vacaciones en nuestra vida diaria? ¿Qué nos impide llevar una vida más sencilla todos los días? ¿Qué nos impide darnos permiso de vivir relajados y sonrientes? Creo que son nuestras ideas de cómo deben ser las cosas, de cómo debe ser la vida ¿y si nos diéramos permiso de cambiar nuestras ideas para dejar entrar a lo cotidiano música, canto, baile, juego, risa, alegría? ¿y si dejáramos de correr para trabajar más, tener más, lograr relaciones más sólidas, criar hijos más perfectos, ser más activas, más jóvenes, más sanas… en fin MAS?? ¿y si nos diéramos cuenta que está bien ser como somos?
¡Vete de vacaciones… aunque no salgas de casa y convierte tus días en magicos!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Raúl Salinas. Qué coincidencia, yo vine a Campeche de vacaciones, en abril, ahora que te leo en septiembre, me acuerdo, me divertí en mar azul. Grax. Escribes muy bonito...

Patricia dijo...

Raúl Salinas ¿cuanto me cobrarías por ser mi agente? Estoy segura que me iría muy bien si tu me promocionas!!! Ojalá hubieras venido más tiempo. Yo recuerdo una visita muy corta... siempre me quedo con ganas de más.
Te quiero

Anónimo dijo...

Me acuerdo tanto de esas sentadas a jugar cartas, donde todos comentaban, "se acuerdan de lo seriesito del JORGE BAQUEIRO", ahi sentado nuestra pequeña familia, jugando cartas y divirtiendonos.

Que dias de vacaciones tan felices¡¡¡¡¡¡

tqm tia paty
ch