sábado, 18 de abril de 2009

¡El siglo pasado!


No lo entiendo, de verdad no lo entiendo. Está completamente mal que las adolescentes pasen cada fin de fiesta teniendo sexo con cualquiera, producto de estar alcoholizadas y muertas de miedo porque no encuentran su lugar en el mundo, porque no saben quiénes son, porque no tienen idea de su valía. Lastiman su cuerpo, van dejando pedazos del alma, debilitan su ya debilitada autoestima y el siguiente fin de semana vuelven a tomar para no percibirse, hasta que su vida se vuelve suficientemente confusa y dolorosa y cambian (alguien dijo que los seres humanos somos tan necios que constantemente elegimos el camino del dolor para aprender). Pero que una mujer de 30 años, soltera, con su cuarto de arriba bien amueblado (esto significa que tiene neuronas y las usa), profesionista que hace años se mantiene a sí misma y se mantiene bien, que pasa sus días buscando y encontrando profundidad, sentido, magia, armonía, contribuyendo a que el mundo sea un mejor lugar para todos, tenga ganas de salir una noche a tomar unas copas, a perderse en la música y desee tener sexo sin consecuencias diga “no soy de esas personas” y “los precios a pagar son muy altos”, me hizo retroceder 50 años en el tiempo.
Las mujeres de hoy nos hemos ganado el derecho a experimentar, a disfrutar, a conocer, a vivir, a que no se nos juzgue “indecentes”, “indignas”, “locas”. Hace 50 años nos aterraba tener sexo. Había que tener el permiso de los padres, sacerdotes y sociedad en general. Cualquier cantidad de mujeres se casaron demasiado jóvenes con hombres que no valían la pena, solo porque el cuerpo les pedía sexo. Cualquier cantidad de mujeres fueron juzgadas y condenadas como “malas”, como “sin valor”, como “mercancía de segunda” por tener sexo sin antes haberse casado. Ante lo anterior, el sexo siempre resultaba antinatural y no se disfrutaba. La Revolución de las Flores, la época de los hippies, los años 60 dieron el impulso para cambiar eso. Los años 60… los 1960… ¡¡el siglo pasado!!!
Está bien disfrutar una noche loca.
Está bien tener de vez en cuando sexo intrascendente
Está bien perderse una noche.
Está mal darle tantas vueltas al asunto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Raúl Salinas. Ohhhh... Muy open mind? Qué cosas, no?....

Patricia dijo...

Raúl Salinas: Todo cambia... hasta yo. Besos.