martes, 22 de septiembre de 2009

¡Que vivan las mujeres!

No se que me ha sucedido el día de hoy. De golpe, se me han venido multitud de mujeres al corazón y de ahí, en pocos minutos, montones de imágenes pasaron como diapositivas por mi mente.
Aquella que trabaja en un lugar lleno de misóginos regando por el mundo sus inseguridades y miedo.
La otra que está luchando por regresar al mundo laboral y tratando de equilibrar su vida.
La de más allá, aprendiendo cosas nuevas, organizando sus actividades y las de otros, haciendo malabares con su tiempo.
Otra, llevando a cuestas la responsabilidad de su familia, viviendo en silencio el distanciamiento de sus hijos.
La que después de muy, muy largos años de aprendizaje, al fin es Felíz con mayúsculas, ve los días como frutos y los disfruta y saborea.
Una más, que en un momento de desesperación tuvo el deseo de bajarse del mundo y renaciendo, se reinventa.
Aquella que haciendo todo lo que le dicen y se le ocurre, no pierde la esperanza ni el buen humor, segura que "algo" le funcionará.
También aparece la del marido "difícil" que sigue sosteniendo su relación, pese a todo.
La que sigue viviendo a través de los hijos, la que vive a través del esposo, la que prácticamente no vive, por miedo.
La que iniciando la vida, se lo toma con calma y seguridad; la total inconsciente, como veleta al viento; la que oculta sus miedos y se arriesga y sólo puede ganar, la que rompe las reglas...
más allá, otra, que lo último que escribió es triste, más sola se da ánimos y continúa en el juego.
Tantas, son tantas, son todas.
Estoy entendiendo esto de la energía del corazón y que lo que de ahí viene es en luz y en bien. El amor me llena por completo. El sentimiento de gratitud por cada una de esas mujeres, que me han dado la oportunidad de conocerlas, de aprender de ellas, de amarlas, me abruma.
¡Despierten ya! Son perfectas. Es tiempo de crear la vida que cada una quiere, en armonía y felicidad.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

al terminar de leer puedo entender que siento un poco todas esas emociones, en verdad esto es el energia de todo, en algun lado de nosotras, en nuestros sentidos, podemos vivir a flor de piel todas estas situaciones, y decidir que es el momento de liberarnos de estos sentires por que ya no son nuestros y al hacer esto magicamente liberaremos a nuestras hijas y a nuestras nietas, si desde mi libertad logro ser feliz y de paso le hago la vida a mi propio linaje, es el momento de olvidar que como mujeres solo por eso somos la mas bella creacion y las creador de la belleza de este planeta.. wow!!! arriba las mujeres como dije Bose..
Claudia

Anónimo dijo...

Raúl Salinas. Cada vez son más las mujeres que comentamos, qué bueno por nosotras. Habrá días que nadie comente, pero creo que serán más lo que hablemos. Me gustó tu artículo y me gusta escribirte.

Anónimo dijo...

Raúl Salinas, me debes una (y bien grande), me encantan los escritos de Patricia, y los he leído desde el principio, pero como a ti se te ocurrió empezar a leerlos ahora, me tienes como buho (ya casi es media noche), leyendo tus comentarios. Claro que tengo que agradecer tu intelectualidad jejeje, me hace sentir menos mensa. ¡¡¡ Por favor... a Patricia le estalló la materia gris pensando en algo bonito que decir y a ti sólo te gustan "los periquitos", "que te devuelvan tu dinero", "la pedrada que casi te alcanza".. etc, etc,
Y apenas termine de releer el mes de Abril....
Besos Amira Izcariote

Patricia dijo...

Claudia: Cuando escribí "no se qué me ha sucedido", así fué. Ahora, leyéndote, es cuando recuerdo que estas emociones se presentan para liberarlas y ya no me pertenecen a mí, ni a ninguna de las mujeres en el planeta. Respiro profundamente y en paz... cada día todas somos más libres o simplemente, ya lo somos.
GRACIAS.
Besos.

Patricia dijo...

Hacía falta tu energía aquí, Raúl Salinas. GRACIAS por darte permiso de compartir con nosotras. Hasta Amira Izcariote quiere saber que has dicho!!! (aunque luego se esté quejando).
Ni manera, las quiero a ambas, quizá por eso me parecen tan simpáticas. Por cierto Amira, se te extrañaba... ¿onde andabas??

Anónimo dijo...

Raúl Salinas. Querida Amira Izcariote, y eso que ya tengo 2 diccionarios, digo, para poder entender lo que escribe Patty. Tengo que agradecer que ahora sé que Benedetti no es sólo una pizzería de Mérida, qué cosas...

Anónimo dijo...

Hay que liberar todo eso que llevamos dentro y no somos capaces de dicir por miedo, por no molestar a tu pareja, amiguis que gusto estar de nuevo contigo y leer tus articulos.

Patricia dijo...

Tienes razón amiguis, hay que liberar y liberarnos. Gracias por tus palabras. Besotes.

Anónimo dijo...

Está precioso tu artículo y comparto con claudia la ida de que todas tenemos un poco de todo y como dice un anuncio por allá: Me llamo K,soy mujer,ama de casa y mi historia continúa. Creo que era algo así! Besos de mí para uds: K

Patricia dijo...

Todas las que están comentando este escrito, están en él ¿son capaces de saber qué línea les corresponde?
Ahora bien, independientemente de saber quién es quién, leyendo de nuevo lo que escribí, de verdad, sin rollos, soy capaz de "ver" que en algún momento de mi vida, he vivido cada una de las situaciones y momentos a los que aludo y con "rollo" les digo que me siento felíz de haber pasado por todo ello, por supuesto que cuando lo pasaba, llegué a sentirme como alguna en este momento... sola, triste, atormentada, sufriendo, est. Créanme, todo pasa (aunque se sienta eterno ese pasar).
Besos a todas (K, gracias por estar aquí!!).

Anónimo dijo...

Me siento como cuando un niño en la clase sabe la respuesta y levanta entusiamado la mano para decir: -" Yo maestra!, Yo maestra!"-
Yo soy la que después de muy, muy largos años de aprendizaje soy FELIZ CON MAYÚSCULA, disfruto los días y los saboreo, y cuando escribo esto me sorprendo a mí misma con esta certeza, pero al mismo tiempo también soy conciente de los milagros que me han llevado a este momento de mi vida,y los agradezco profundamente...

¿Cómo decir sin dramatismo que hubo mañanas, muchas, en las que no quería despertar, en las que no quería abrir mis ojos, y que ahora valoro el despertarme con ganas de vivir el día, que muchas veces sentí que no podía más, que la desesperanza me habitaba toda y que ahora
me siento plena? ¿Cómo no sentirme agradecida y no bendecir cada una de mis experiencias que me ha traído hasta aquí?

Patricia dijo...

Querida O: El tesoro en este espacio es precisamente el que cada una comparte lo que piensa o siente; tanto la que siente un poco la energía de todas, como la que dice que le gusta leernos y escribirnos y adquirió dos diccionarios, igual que el ama de casa cuya historia continúa y tú que nos cuentas de esos días en los cuales no querías despertar y das certezas de que éstos pasan. Gracias a ti y a cada una. Las quiero.